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02 Dic 2021

Un dispositivo autónomo para proteger a las aves de los tendidos eléctricos

Energiot, una spin-off del CSIC ha desarrollado un dispositivo para evitar la electrocución de las aves en los tendidos eléctricos y prevenir accidentes por estas causas.

Energiot desarrolla un sistema autónomo para protección de aves en tendidos eléctricos

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Energiot, una spin-off creada por científicos del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM) del CSIC, ha desarrollado un dispositivo autónomo para ahuyentar a las aves de las redes eléctricas y prevenir, así, su electrocución y los accidentes derivados. El desarrollo les ha valido a los creadores el premio ‘CHALLENGE’ Protección de avifauna de Iberdrola.

El dispositivo está dotado de sensores que, al detectar la presencia de aves cerca de los tendidos, disparan una alerta y esta, a su vez, una onda sonora que ahuyenta al animal. Así, el dispositivo previene la electrocución del ave y los accidentes eléctricos derivados como un fallo en la red.

Un informe preliminar de SEO/Birdlife en 2020 estimaba que anualmente podían estar siendo electrocutadas hasta cinco millones de aves por los tendidos eléctricos. Muchas de estas aves son especies amenazadas o en peligro de extinción, especialmente rapaces. No es sólo un problema grave ambiental y ecológico, sino también una posible causa de accidentes, con resultados que pueden ser también muy graves.

Además de proteger a las aves, el dispositivo permite monitorizar el estado de la línea para poder prevenir otros fallos potenciales. El sistema es autónomo energéticamente. Por un lado, utiliza una tecnología patentada por Energiot, que captura energía del campo magnético de la electricidad circulante por los cables y, por otro lado, tiene un panel solar de 20 vatios (potencia similar a la de un cargador de un teléfono móvil) que alimenta una batería.

Tal como explica Gonzalo Murillo, investigador del CSIC y principal artífice de Energiot, el dispositivo se está validando ahora en la red eléctrica de Iberdrola, pero también están realizando pruebas pilotos en Nueva Caledonia (isla del pacifico perteneciente a Francia) para otros usos como la detección de cortes y monitorización de la ampacidad de las líneas -la ampacidad es la corriente máxima que un conductor puede transportar en condiciones de uso normales. La spin-off también está cerrando otros proyectos piloto en España, Europa y Brasil para diferentes aplicaciones eléctricas.

Internet de las cosas

Energiot utiliza el Internet de las Cosas (IoT) para monitorizar las redes de servicios públicos sin mantenimiento. Lo hacen posible gracias a una tecnología piezoeléctrica, patentada por ellos, que les permite “cosechar” la energía residual que se desprende de las vibraciones o de los campos magnéticos.

Tal como explica Gonzalo Murillo, se trata de pequeñas cantidades de energía, apenas unos milivatios, pero “suficiente para alimentar los pequeños dispositivos que formarán el denominado internet de las cosas”. La idea del Internet de las cosas (IoT) es interconectar toda esa red de sensores y permitir una gestión inteligente de las ciudades y de los servicios públicos, que permitan reducir costes y un funcionamiento más eficiente.

Gestión inteligente de la red eléctrica

“Nuestras investigaciones van dirigidas a la gestión dinámica de la red eléctrica (Dynamic Line Rating o DLR)”, explica Gonzalo Murillo, “que permita gestionar en tiempo real la transmisión de energía eléctrica, balanceando el consumo y la generación, un aspecto cada vez más crítico con la creciente integración de fuentes renovables, y gestionar y reequilibrar la distribución de la electricidad”. Se calcula que hay en España más de un millón de kilómetros en tendido eléctrico (2,6 veces la distancia a la Luna), con líneas de hasta 240 mil voltios. Son instalaciones que precisan de una fiabilidad prácticamente del 100%, pero que presentan un muy difícil acceso y un mantenimiento costoso, y en las que se pueden dar accidentes por sobrecargas en la red o por electrocución de animales, fallos en los aisladores u otras causas.

La gestión inteligente de esa red supone poder controlar y distribuir la circulación de la corriente eléctrica en función del consumo y el suministro de energía. Para explicarlo, “a menudo decimos que es el google maps de la electricidad”, dice Gonzalo Murillo. “Antes íbamos a una destinación por carretera y si había congestión de tráfico no podías preverlo. Ahora, el GPS te alerta de la congestión y cambias la ruta a una mejor opción. Eso es lo que se persigue con la gestión inteligente de la red eléctrica: reequilibrar la distribución y transmisión de la energía en función de la generación de energía renovable en ese momento y de las circunstancias y la capacidad de las líneas, dependiente también de factores ambientales".

Para ello, el objetivo es dotar los tendidos eléctricos de dispositivos autónomos de bajo coste como el que han desarrollado, que permitan un despliegue global y transparente y que puedan facilitar información permanente del estado de las líneas eléctricas y permitir un mantenimiento predictivo.