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04 Abr 2024

Emilio Lora-Tamayo (1950-2024). Pasión por la Microelectrónica

La trayectoria de Emilio Lora-Tamayo d’Ocón, exdirector y vicedirector del IMB-CNM: una visión personal de sus compañeros.

Composición de oblea con Emilio Lora-Tamayo y el texto "Pasión por la microelectrónica"

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Es con pesar que el IMB-CNM recibe la noticia, no por esperada menos triste, del fallecimiento de Emilio Lora-Tamayo d’Ocón el pasado viernes 29 de marzo, vicedirector durante muchos años y director después (2008-2012) del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM-CSIC) hasta que tuvo que asumir otras responsabilidades fuera del mismo. Emilio fue una de esas personas resolutivas y bien formadas, a las que en los años de transición democrática y de acercamiento a Europa la historia les puso en la encrucijada de contribuir a la modernización del país. La suya fue la de impulsar una tecnología tan compleja y tan facilitadora como la microelectrónica, sin la que la sociedad de hoy en día sería irreconocible, y eso lo hizo con constancia y pasión.

Emilio se licencia en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid (1972) y continúa su formación en el CEA-LETI de Grenoble (Francia), donde comienza su especialización en tecnología microelectrónica, campo al que dedicará toda su labor investigadora. De vuelta a España, se doctora en Ciencias, de nuevo por la Universidad Complutense de Madrid, entrando a formar parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), como Colaborador Científico, adscrito al Instituto de Electrónica de Comunicaciones (IEC-Torres Quevedo). Es en el IEC, junto con el Prof. Enrique Domínguez Ferrari, donde se constituye la Unidad Estructural de Investigación (UEI) de Microelectrónica, pequeño grupo de investigación dedicado a la tecnología microelectrónica con dos líneas de desarrollo paralelas: tecnología MOS/CMOS y células fotovoltaicas. En 1980 la UEI consigue uno de los primeros proyectos de la Fundación Ramón Areces para el desarrollo de tecnología fotovoltaica de bajo coste; proyecto que se lleva en paralelo con el desarrollo de los procesos CMOS.

En esa época se había iniciado un proyecto de construcción de una Sala Blanca en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y se plantea la creación de un Centro Nacional de Microelectrónica (CNM) con diferentes sedes. La ubicación para desarrollar la tecnología de silicio se decide que sea la UAB, con el beneplácito de Emilio Lora-Tamayo, que se traslada con su equipo. Tendrá que viajar entre Barcelona y Madrid a menudo hasta que finalmente se muda a Sant Cugat con la familia.

Se inicia en este momento la aventura del IMB-CNM, su nuevo edificio y la construcción de una Sala Blanca competitiva a nivel europeo, inaugurada en 1991, que permite el desarrollo de diferentes tecnologías microelectrónicas en silicio (CMOS, dispositivos de potencia, sensores, etc.), desarrollos que llegan hasta nuestros días. Es en esos años cuando se pone de manifiesto la extraordinaria capacidad de sacrificio, trabajo y gestión de Emilio Lora en su calidad de Director Técnico del CNM.

En 1989 Emilio obtiene la Cátedra de Electrónica de la UAB. Más allá de su vocación de servicio, quienes compartieron estrechamente con él tareas docentes pudieron experimentar su pasión por la enseñanza. Emilio disfrutaba hablando y discutiendo con los alumnos, involucrándose además en todo aquello que pudiera resultar enriquecedor para la enseñanza de la Electrónica. Únicamente los cargos de vicepresidente y presidente del CSIC le apartaron de la docencia. Sus dos etapas como rector en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y en la Universidad Camilo José Cela (UCJC) supusieron para él el colofón de esta faceta.

Con el CNM consolidado y bien situado a nivel internacional, Emilio pasa a aplicar sus capacidades de gestión como Vicepresidente y, posteriormente, como Presidente del CSIC en dos periodos diferentes. Se da la anécdota de ser el único caso en que han sido presidentes del CSIC un padre y posteriormente su hijo; y también el único caso en que la misma persona ha sido nombrada presidente por dos veces no consecutivas. El final de su carrera científica ha estado dedicado plenamente a la gestión desde sus puestos de Rector de la UIMP y de la UCJC.

En esos años se pone de manifiesto la extraordinaria capacidad de sacrificio, trabajo y gestión de Emilio.

Impulso de la nanotecnología en España

Emilio contribuyó al impulso de la investigación en Nanotecnología en España, tanto desde sus cargos de dirección como de investigador. Tuvo un papel muy relevante en la estructuración de las actividades en nanotecnología en el campus de la UAB, y en la implicación del CSIC en la creación del Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia (actualmente ICN2). Apostó por la atracción de talento, facilitando, a menudo en contra del entorno inmediato, que investigadores jóvenes pudieran desarrollar sus carreras y demostrar su valía.

Durante el período entre sus dos presidencias, Emilio regresó a la investigación, y para ello, realizó primero una estancia en la Universidad de Berkeley (University of California, Berkeley), donde compartió espacio y experiencias con actores claves de la investigación en microelectrónica y nanotecnología. Por ejemplo, Emilio entabló amistad con Jeff Bokor, quien fue uno de los principales artífices del desarrollo la tecnología de fabricación de FinFETs, el tipo de transistor que actualmente utilizan los chips semiconductores. Al reincorporase al IMB-CNM, implementó conceptos y procedimientos de Berkeley, y promocionó proyectos y actividades para integrar la nanotecnología con la microelectrónica. Gracias a él, pudimos establecer una tecnología para la fabricación masiva de nanotubos de carbono, lo que ayudó a crear el entorno propicio para que, por ejemplo, el campus de la UAB haya llegado a estar en la primera línea internacional en investigaciones alrededor del grafeno.

Debemos valorar su capacidad para promover colaboraciones, facilitándolas no solo por su generosidad en permitir aprovechar sus contactos, sino también encontrando formas de franquear barreras administrativas.  A modo de ejemplo, intervino activamente en la organización del congreso MNE 2006 en Barcelona, ideó proyectos interdisciplinares y participó en la creación de redes internacionales, como la fundación del consorcio NFFA, que perdura todavía hoy como una de las grandes acciones europeas en Nanotecnología.

La culminación de un esfuerzo colectivo

El IMB-CNM es lo que es gracias al esfuerzo ilusionado y colectivo de toda la gente que se ha sumado a una trayectoria de cerca de cuarenta años que ha permitido desarrollar en nuestro país tecnologías de lo minúsculo para afrontar retos mayúsculos. Sin embargo, en el momento en el que todo estaba por hacer, las personas implicadas eran necesariamente pocas, y a la ilusión y a la pasión, que aun compartimos hoy, se les unía la trascendencia y la responsabilidad de sacar adelante algo completamente nuevo. Emilio fue una de esas personas claves que, en el lugar adecuado, el momento adecuado y con las capacidades adecuadas, contribuyeron a que el IMB-CNM viera la luz y deviniera en lo que es ahora.

Emilio nos ha dejado unos días después de conocerse la buena noticia de la obtención del sello de excelencia María de Maeztu por el IMB-CNM, alegre culminación de la aventura compartida de la que con pasión formó parte desde su inicio.

D.E.P.

El texto recoge aportaciones de Francesc Serra i Mestres, Manuel Lozano Fantoba, Francesc Pérez-Murano, Carlos Domínguez, Lourdes Carreras y Luis Fonseca.